Unos Cuantos hace suyo el drama de los migrantes, que escapan de persecuciones y penurias con el impulso que les proporciona la esperanza. En escenas autónomas, breves e intensas, una quincena de actrices y actores interpretan a quienes vienen hacia nosotros y prestan voz a su viaje, con una estética que va del realismo a la magia de la alegoría. El lenguaje ennoblece a los personajes con resonancias lorquianas y ecos de la tragedia clásica; pero también se afila para el sarcasmo o se vuelve descarnado y se desnuda de artificios.